Benidorm, Alicante
En la ciudad del turismo a granel por antonomasia, de las vacaciones en invierno, de la dentadura postiza saboreando helados, del INSERSO en bermudas, del Bitter-Kas con Ventolín, del guiri borracho y de espalda abrasada y del abuelo arrimando cebolleta en el penúltimo baile que le permite su cadera, nos encontramos con este hombre que vive en un coche a la sombra de los rascacielos del 'Manhattan de la sangría'.